Espacio público como el que se ofrecía en el Templo de Jerusalén a cuantos quisieran conocer el mensaje del Pueblo escogido: el diálogo y la acogida eran los elementos esenciales de ese espacio, y el sentido de pertenencia a posiciones distintas aunque no antagónicas. Esta vez es el espíritu cristiano el que inagura este espacio virtual para concretar su permanente dispocisión al diálogo y a la unidad. De todos depende el que sea grato y eficaz.
viernes, 24 de diciembre de 2010
Me alegra la Navidad
He gozado con la lectura de un artículo periodístico que informa, con objetividad y mesura -con competencia profesional- acerca de las formas en las que otras confesiones religiosas no cristianas celebran -o no- las fiestas de Navidad. Buen augurio para el futuro de mediano o largo plazo: respeto y colaboración, todos lo deseamos.
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