miércoles, 17 de junio de 2020

Lo que dice la Academia II

Opinión de un académico. La Academia siempre da luces.


"El proyecto de la ideología de género consistiría en último término, en realizar una reingeniería social para modificar la naturaleza humana, estableciendo un totalitarismo de control total de la sociedad; en ese sentido es más ambicioso que el nazismo y el comunismo. La estrategia consiste que los grupos activistas liderados por la Onu y sus organismos, amparados bajo un gran poder económico y mediático, movilizan grupos sociales (como por ejemplo los movimientos feministas y homosexuales) con fines políticos para tomar organismos claves del poder estatal, para desde allí llevar a cabo una reingeniería social, por ejemplo, en Educación se impone el currículo de género), en el Poder Judicial se promulgan leyes absurdamente jurídicas como los delitos de odio, delito de feminicidio, matrimonio igualitario, el aborto como un derecho etc., en la Academia fomentar el lenguaje inclusivo, en Salud establece el aborto como una política de salud reproductiva), etc.

Por otro lado, si el enfoque o perspectiva de género es efectivamente una ideología política, ¿qué hacemos entonces con todos los “departamentos”, “oficinas”, “cátedras”, “programas”, “talleres”, “seminarios”, “congresos”, “licenciaturas y posgrados”, “ministerios”, etc. que se crean con el cuento del género”? En suma, ¿Qué hacemos con la inmensa burocracia que se ha creado en torno al enfoque de género? Pues nada; entonces se produce un círculo vicioso: los activistas de género necesitan de la burocracia para realizar su proyecto de reingeniería social, y, por otro lado, la burocracia necesita del proyecto de género para seguir viviendo parasitariamente de los impuestos de los ciudadanos.

Lo cierto, es que la ideología de género no ha traído liberación en los países donde se viene aplicando desde hace 15 años, sino prohibición, violencia familiar, burocracia estatal, perdida de la libertad de conciencia, porque el estado pretenderá regular cómo pensar y cómo no pensar, cómo hablar y cómo no hablar. (EMH)".

Dejo al lector la decisión de adscribir o no a la posición del académico.

miércoles, 27 de mayo de 2020

La Pietá




“Me gustaría invitaros a acompañarme en una visita espiritual al fondo de la basílica romana de San Pedro. Acerquémonos a la hermosa imagen de la Pietá de Miguel Ángel. Contemplemos a esa madre que sostiene en sus brazos el cuerpo de su hijo torturado, humillado, cubierto de escupitajos y con las huellas de los latigazos. Tiene las manos traspasadas y la frente desgarrada por la corona de espinas. Y, aun así, la madre sujeta el cuerpo de su hijo con enorme dulzura y una delicadeza infinita. Su rostro de joven madre habla a la vez de recogimiento, de dolor y de serenidad. Llora sin comprender a ese hijo tan hermoso y a la vez tan ultrajado, a ese hijo que es su Dios. Sepamos reconocer, como María, el rostro de Cristo detrás del rostro manchado de la Iglesia. Ni nuestros pecados, ni nuestras traiciones, ni nuestra tibieza, ni nuestras infidelidades podrán desfigurar a la Iglesia, que sigue siendo hermosa, con la hermosura de los santos. Sigue siendo joven, con la juventud de Dios. Sepamos amar a la Iglesia, posar sobre ella la mirada de fe que posó María sobre Jesús, muerto, entre sus brazos. Sepamos llorar por la Iglesia, sepamos sufrir por la Iglesia si es necesario, pero tratémosla siempre con la delicadeza llena de amor y plenamente mariana que tan bien refleja el mármol de Miguel Ángel” (Se hace tarde y anoche, Card. Sarah, pp. 85-86)

lunes, 6 de enero de 2020

Renovar la intención

No es posible prometer perseverancia a los objetivos culturales que nos trazamos.  A lo sumo, se puede intentar vivirla. Tres años casi sin venir a este Patio. A pesar e su interés; a pesar de su cercanía; a pesar de mi propósito. Pero aquí estoy. Reconociendo que aunque no me espera nadie, sucede los mismo con los actores, los titiriteros, los saltimbanquis...todos aquellos que, en general, pretenden animar la vida del espíritu propiciando diálogos de diversa naturaleza, invitando a la comunicación. No se nos espera pero se nos acoge con interés. Y si tenemos suerte, hasta se nos aplaude. No siendo eso lo que buscamos, sentimos que es una primera manifestación de complicidad. Después vendrán los cambios de opinión, los debates, los distanciamientos o acercamientos. La vida del espíritu en su versión más genuina... Este Patio está concebido para pensar y hacer pensar. Necesitamos encontrarnos más que con ideas a debatir, con deseos de aprender.