martes, 19 de noviembre de 2013

Cristo y Mahoma

Poderosos puntos de encuentro con nuestros hermanos seguidores de Mahoma. En su libro "Encontré a Cristo en el Corán", recientemente publicado en español, Mario Joseph, que fue imán musulmán en la India y hoy es católico, explica, precisamente, lo que dice el título: las referencias a Cristo en el Corán le llevaron al cristianismo.
Eso complicó mucho su vida con persecuciones, incomprensiones y rechazos, que él acepta, dice, porque también Cristo las vivió, previno sobre ellas y deben verse como parte de la vida cristiana.

Una de cada cinco personas sobre la tierra, si conoce algo de Jesús, es a través del Islam y del Corán. Los musulmanes, incluso los poco letrados, creen conocer a Jesús bastante, lo tienen integrado en su cosmovisión, como un profeta más. Que el Corán no lleve a más musulmanes al cristianismo se debe a que muchos musulmanes no conocen con detalle el Corán y no hacen preguntas incómodas sobre él. El musulmán de a pie conoce y profesa que Jesús, según el Corán, fue un gran profeta antes que Mahoma, que Dios lo engendró milagrosamente en María sin concurso de varón, que hizo milagros, etc... Joseph y otros investigadores van más allá. En concreto dicen:
1) El Corán reconoce que Jesús nace de una mujer virgen, pero que Mahoma no (la tradición islámica conoce bien a los padres de Mahoma, Abdulá y Amina).

2) El Corán reconoce que Jesús no pecó, no tenía pecado en él, mientras que recoge que Mahoma sí era pecador
3) En el Corán, Jesús es llamado el "Mesías", es decir, el Ungido, un título muy elevado que Mahoma no recibe.

4) En el Corán Jesús es llamado "la Palabra de Dios", un título poderoso y elevado, que Mahoma no recibe

5) En el Corán se declara varias veces que Jesús hacía milagros, mientras que en este libro Mahoma no los hace

6) Jesús en el Corán es ascendido al Cielo con su cuerpo; cosa que el Corán no recoge acerca de Mahoma.
 
Tomado de: religionenlibertad.com

jueves, 6 de junio de 2013

¿Estado laico?



“A aquellos que se han dejado seducir por los partidarios de la violencia y que, después de haberles seguido sin consideración alguna, empiezan por fin a despertarse de su ilusión, consternados al ver hasta dónde les ha llevado su docilidad servil: no existe otro camino de salvación que repudiar definitivamente la idolatría de los nacionalismos absolutos, los orgullos de estirpe y de sangre, las codicias de hegemonía de los bienes terrenos, y volverse con resolución hacia el espíritu de serena fraternidad, que se erige en el culto divino del Padre divino de todos los hombres, y en el cual las nociones, desde hace mucho tiempo opuestas, de derechos y deberes, de ventajas e inconvenientes, armonizan en la justicia y en la caridad”. (Alocución de Pio XII, 5 de marzo de 1945).

lunes, 13 de mayo de 2013

¿Como en los tiempos de Nerón?

Invito a leer esta entrevista que, aunque relativa a una cuestión específica (la persecución a los cristianos en todos los tiempos y especialmente en el nuestro), nos lleva a reflexionar acerca de la unidad de los cristianos.
http://www.analisisdigital.org/2013/05/12/cien-mil-cristianos-mueren-asesinados-al-ano-perseguidos-por-ser-diferentes-y-amar-la-libertad/.

jueves, 7 de marzo de 2013

El sentido del dolor

No es un tema nuevo o novedoso; es más, podría decirse que es un tema usual para quien piensa. Por eso no asombra que Joseph Ratzinger haya dejado dicho: "Quienes acerca del dolor solo saben decir que hay que combatirlo, nos engañan. Ciertamente, hay que hacer todo lo posible para aliviar el dolor de tantos inocentes y para limitar el sufrimiento. Pero una vida humana sin dolor no existe, y quien no es capaz de aceptar el dolor  rechaza la única purificación que nos convierte en adultos". Tal rechazo hay que buscarlo, pienso, en otro orden de cosas, en donde el hedonismo hunde sus raíces.